Libro-álbum
El
libro-álbum es un género que comienza hace alrededor de unos treinta años, es
muy nuevo en la literatura, por lo que se dice que es aún un género en
construcción.
La
primera característica es que el libro-álbum es el único género de la
literatura infantil y juvenil que es creada para tales lectores, el resto de la
literatura infantil y juvenil es una herencia de la literatura para adultos.
El
libro-álbum no es simplemente un cuento con ilustraciones decorativas,
llamativas que estén repitiendo lo que dice el texto. Las imágenes que posee un
libro-álbum son el complemento del texto, es decir, sin las imágenes el texto
carecería de sentido. Estos libros necesitan de los textos y las ilustraciones
para la construcción de sus historias.
La
característica principal de estos es que los sentidos se construyen a partir de
la relación existente entre lo escrito, las imágenes y su edición, el sentido
se construye a través de lo
dicho, lo no dicho y lo sugerido.
La
relación entre lo no dicho y lo dicho puede estar relacionada de tres formas
diferentes. La primera es una relación directa entre el texto y la imagen, es
un ida y vuelta entre uno y el otro, en muchos casos esta muestra lo que las
palabras no “pueden”, como por ejemplo los libros escatológicos. En la segunda,
la ilustración se aleja de lo dicho en el texto, son aquellas imágenes que se
alejan de lo figurativo, que tienden a la abstracción. La tercera relación es
la llamada metonimia, esta es aquella representación gráfica que muestra
una parte del todo, al igual que aquellas que se representan con zoom…cada imagen
es la parte de un universo mayor que la incluye: en eso reside la sorpresa.
Pero
no sólo se trata de una articulación entre texto e ilustración, el libro-álbum
es aún más profundo, por ello es que es un género que no tiene una definición
específica.
El
libro-álbum resuelve de manera creativa la tensión del doble destinatario
(infantil-adulto). Doble destinatario porque el niño nunca se encuentra sólo
frente a la lectura, este siempre está acompañado de un adulto que acompaña,
guía o censura dicha lectura. Por esta razón, quienes construyen libros-álbum
no sólo lo hacen pensando en los niños lectores, sino en los adultos lectores,
por lo tanto se puede decir que no existe un solo destinatario para dichos
textos.
Además
el libro-álbum ofrece una alternativa para el acceso de los niños a narrativas
más complejas
a través, justamente de la articulación de texto e imagen.